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¿De dónde viene la comida de mi cena de fin de año?

En la mayoría de las casas, es difícil saber de dónde viene la comida que hay en los platos. La industria alimentaria mundial ha fomentado la importación y exportación como modelo de negocio, donde los alimentos son traducidos en dinero y no en nutrientes. En esta recopilación realizada por Radio JGM y TomateRojo.cl exponemos cuáles son los costos a nivel de vida animal y biodiversidad de los principales platos de fin de año, y conversamos con voces de la soberanía alimentaria.

Al año en Chile se desperdician 2 millones de toneladas de alimentos, según la última campaña del Ministerio de Medio Ambiente. La industria alimentaria a nivel global emite millones de toneladas de dióxido de carbono al año, que al 2011 según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) correspondió a 5 mil 300 millones de toneladas. Son múltiples los factores que llevan a las fiestas de fin de año a ser las más contaminantes de todo el calendario, pero el punto alimentario es tan importante que lo tenemos en evidencia en nuestra mesa.

Este artículo no tiene la intención culpar a las y los consumidores, sino generar consciencia con información y plantar la duda: ¿de dónde viene lo que como? Acá quien está directamente interpelada es la industria alimentaria, y le hacemos zoom a los principales platos de la cena de fin de año.

Salmón

Incluso este 2022 Seafood Watch recomendó en un informe que publica cada cinco años y lidera Monterey Bay Aquarium, evitar el consumo de salmones atlánticos de Los Lagos y Aysén, que corresponden al 59% de la producción nacional. “El alto uso de antibióticos y pesticidas para controlar enfermedades y el piojo de mar son de preocupación crítica”, relata el documento.

Salmón, el tesoro de Chile | Audiorecetas | DW | 27.04.2012

En Puerto Montt la actividad de la salmonicultura ha disminuido en un 75% la densidad de especies marinas en tan sólo una década, según el estudio “Cambios graduales de la biodiversidad bentónica en el Fiordo Comau, Patagonia Chilena“. En la investigación las y los autores, además de concluir la responsabilidad directa de la industria, registraron que el principal uso de esos salmones es la exportación a Estados Unidos, Japón y Brasil.

Y el daño al oceáno y el suelo marino no es sólo dentro de las fronteras. Así como el salmón del sur de Chile va a parar a platos de Asia y Estados Unidos, las principales cadenas de supermercados como Líder (Walmart), Santa Isabel (Cencosud) y Jumbo (Cencosud) importan salmón para la venta.

Este año conocimos imágenes del impacto en el suelo marino directo, a través de un video exclusivo del medio Resumen, que dio a conocer el suelo del seno Skyring de Magallanes cubierto con una densa capa de alimento (o pellet) y fecas de salmones.

Al respecto, Martín Rocco, biólogo marino de la Universidad Católica de Chile, especifica que el principal problema que produce la salmonicultura en el fondo marino es que por el descenso de sedimentos, se genera un ambiente anóxico. “Eso significa que no tiene oxígeno al fondo entonces se muere todo básicamente. Esto es porque la materia orgánica cuando cae se empieza a descomponer y ese proceso utiliza el oxígeno y se lo gasta todo. En general bajo los centros de cultivo no hay nada vivo”, dice a Radio JGM.

Hay una sola medida que puede tomarse al respecto y “es que la cantidad de peces por jaula o la densidad de esto sean menores. Entonces al tener números más chico, les das menos comida, eso aporta menos nutrientes y es menos o que cae al fondo y se empieza a descomponer. Pero acá en Chile eso es lo que pasa, porque los números que se ocupan por jaula son super elevados. Es una cantidad muy grande de nutrientes que genera que se acabe el oxígeno”.

Palta Reina

Palta Reina – Mi Diario de Cocina

En este apartado el oro verde es el protagonista. Más del 80% de la producción mundial de paltas está en manos de 11 países e históricamente el principal productor ha sido México. Chile sólo se lleva el 2.5% de producción mundial pero su impacto atraviesa las regiones de centro norte del país. Según la estimación realizada por Odepa a partir de los catastros frutícolas regionales, la superficie comercial plantada con paltas al año 2017 alcanzó 29.289 hectáreas, entre las regiones de Arica y Parinacota y la del Bíobio, con una concentración del 95% de la superficie entre las regiones de Coquimbo y Metropolitana.

Las consecuencias más conocidas están en el corazón de la sequía en Chile: Petorca. La provincia de Petorca es la segunda con mayor cultivo de aguacates del país. Según cifras de Modatima, entre 2016 y 2017, la Asociación Gremial de Agricultores de la Provincia de Petorca, que reúne a la mayoría de los empresarios de la zona, exportó 25 millones de toneladas del fruto. “Cambió algo tan simple como lavar ropa. Las mujeres, que hace unos 10 años podían lavar en lavadoras eléctricas, hoy vuelven a lavar a mano porque ya no sale agua por las llaves, en el fondo sale aire nomás. A la gente le ha cambiado la vida”, dijo a Sputnik Lorena Donaire, parte del Movimiento de Defensa del Agua, la Tierra y la Protección del Medioambiente (Modatima) de Chile.  “Es muy compleja la vida acá. No es lo mismo que yo lo cuente a que uno lo viva. La gente todos los días ve morir a sus animales, las tierras secas, se enferma, y por otro lado, al agroindustrial con todos sus predios llenos de paltas verdes y los cerros plantados”, señaló.

Nos tomamos de la palta para profundizar en el problema de la agricultura intensiva que domina la industria. Así, las verduras de supermercado o importación, sumadas a las plantadas en Chile en su mayoría para exportación, también se han convertido en una amenaza para la población humana y la biodiversidad. En 2015 la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza (UICN) estimó que el agro intensivo ha afectado a un 53% de las especies clasificadas en alguna categoría de amenaza.

“La agricultura es un tema que tiene sinsabores y formas en las que, lamentablemente, por no tener un carácter ecológico ligado al no uso de agrotóxicos y con una mirada sustentable, ha causado un gran impacto en nuestro país y el mundo”, afirma en conversación con Tomate Rojo Jadille Mussa, docente y ex directora de la Escuela de Arquitectura del Paisaje de la Universidad Central de Chile.

Por otro lado, la disminución del nivel de nutrientes en los alimentos debido a la erosión o degradación del suelo es un problema silencioso que también se cultiva en Chile, un país en que los niños y niñas aumentan sus índices de desnutrición, y a la vez se prioriza la exportación por sobre la alimentación interna. “En el campo pasa que se comercializan verduras de otras regiones y son super caras; porque la gente se dedica a producir berries , que es más competitivo en mercados extranjeros, y no verduras. Son ese tipo de contradicciones las que tenemos presentes”, cuenta para este reportaje Carolina Agurto, Nutricionista de la Universidad del Bío-Bío, Magister en nutrición de la Universidad de Chile.

“Sabemos que los alimentos que son más nutritivos son más caros. Entonces generalmente en el mundo de la nutrición lo que se ha visto harto -yo he estado haciendo hartas consultas durante pandemia- es el alza de peso de las personas, muchas consultas por eso, en general por eso consulta la gente durante la pandemia”, problematiza también Agurto, que realiza el curso Soberanía Alimentaria en la Escuela de Nutrición de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano. A la vez, da luz de la baja en la calidad de los alimentos. “A nivel general yo creo que disminuyó la calidad global de la dieta. Acá en Chile para el caso del pan, alrededor del 50% del trigo que se utiliza para pan en Chile es de producción nacional, pero el resto es importado. Ocurre lo mismo con las carnes”, señala.

Carne

Costillar, pulpa, chuletas. Todo viene del mismo animal, uno de los más inteligentes del planeta, con habilidades cognitivas similares a las de grandes primates, delfines y elefantes, pero cuyo sufrimiento la industria ganadera ignora. “En Latinoamérica, se confinan millones de cerdas madres en jaulas de gestación prácticamente por toda su vida. Estas jaulas tienen aproximadamente el mismo tamaño del cuerpo de los animales y las cerdas no pueden siquiera caminar o darse vuelta. Ellas viven así durante toda su vida, sin poder expresar sus comportamientos naturales, como hozar, buscar comida, anidar y pastar. Sin duda, es una de las peores crueldades de la industria de la carne”, afirma la organización internacional Sinergia Animal.

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Un cerdo criado para el consumo humano vive en promedio 6 meses, y si se trata de hembras, el tiempo máximo de vida de una cerda en una granja de cría intensiva es entre 2 y 3 años, en libertad sería de hasta 18 años. El 2021 en Chile el tilde se puso en el aumento de consumo por cápita en un 18.7 kg por habitante y un nuevo récord de importaciones: 145.830 toneladas, 38% más en comparación al 2020.

La ganadería industrial envía al matadero cada año a 60.000 millones de pollos. En Chile el pollo es la carne más producida, representando en 2020 el 44% del total, alcanzando las 690.647 toneladas. Per cápita, en el país se comen 32.1 kilos de pollo al año.

Y las aves también son parte de un submundo de la industria: huevos. Para su producción, las gallinas son alimentadas por sólo 5 a 7 semanas según indica Aussie Farm Repository. A mediados de diciembre de 2022, salió a la luz una investigación de Sinergia Animal que ponía en la mira a los proveedores de Walmart, de las mayores empresas distribuidoras. “Dejaron a los animales dentro de estas jaulas para que se pudrieran. Documentamos un verdadero escenario de terror: cadáveres, heces y muchas moscas. Tenemos certeza de que a muchos consumidores chilenos les impresionaría conocer el origen de los huevos que consumen”, comentó María Ignacia Galvez, parte de la organización.

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A nivel mundial se producen 60,7 millones de toneladas de carne de vacuno. Según el Censo Agropecuario 2021, al rededor de 3 millones de vacas son enviadas al matadero cada año en Chile. El impacto de esta producción es mayor en Latinoamérica, donde el uso de tierra, agua y producción de emisiones en promedio están sobre los demás continentes.

A nivel de la vaca, hay tres prácticas que generan controversia: descornado, separación de la madre y su cría y número de gestaciones. “Las tres son prácticas básicas del maltrato. No somos conscientes de lo que conlleva el corte de los cuernos y la de problemas físicos y de conducta que provoca a lo largo de toda su vida”, opina Jordi Gispert, responsable de comunicación de la Asociación para la Defensa de los Derechos del Animal (ADDA), para El País.

Y el aumento de consumo de carne fue generalizado, llegando a un récord de 84 kilos per cápita. ¿Pero qué carne? Según datos de Exportadores de Carnes de Chile, la exportación de los animales criados en el país corresponde a 689.658 de toneladas, mientras que una suma mayor, 718.108 toneladas, son importada de otros países.

“Las carnes importadas son carnes que no son producidas de manera muy ecológicas. Sobre todo, las que están en los supermercados, no es como en las comunas rurales o provincias en que hay carnicerías y los animales son criados mediante pastoreo. Pero en los productos industriales y ultra procesados que están más al alcance de la mano de la gente, no es que no sean nutritivos, sino que tienen muchos aditivos”.

Alternativas

¿Cómo escapar de la industria alimentaria, desde la agricultura y la ganadería? Es complicado, considerando que las estanterías de supermercados están llenas de alimento procesado que viajan miles de kilómetros para llegar ahí. Pero la soberanía alimentaria continúa resistiendo. “En las zonas rurales aún queda soberanía alimentaria, hay producción, eso asegura que los alimentos se obtienen directamente o a precio mucho más bajo. En ese sentido, las cooperativas, desde el punto de vista económico, son la gran salida, yo creo, a este tema de la seguridad alimentaria a nivel nacional, porque las cooperativas en general abastecen de productos naturales, que no están procesados”, cuenta la también Magister en nutrición de la Universidad de Chile, Carolina Agurto.

Una de esas experiencias es la Cooperativa de consumo La Manzana, que se organiza desde hace 13 años para “consumir alimentos y productos de forma responsable. Se trata de juntar nuestro poder de compra para acceder a estos tipos de productos que pueden ser difíciles de comprar en el mercado tradicional”.

Conversamos con Robin Weisselberg, encargada de pedidos de la Manzana, que aúna a 125 familias y tratan de “suplir todas las necesidades básicas de las familias, tenemos arroz, avena, harina. También productos de limpieza como lavalozas, shampoo, confort; y miel, queso, etc”. En conversación con TomateRojo.cl señala que han inspirado a vecinos y vecinas a plantar diferentes especies. Cuenta que debido a la sequía, sus productores de Ñuble y Biobío dejaron de cultivar legumbres, “entonces hace un par de años atrás postulamos a un proyecto con la Universidad Austral para investigar si se puede cultivar legumbres acá en la Región de Los Ríos. Terminamos es proyecto hace poco, 2021, donde trabajamos con 6 predios pilotos de pequeños agricultores donde cultivaron poroto negro, garbanzo y lentejas y les encantó. Estos agricultores aprendieron a trabajar este tipo de cultivo y ahora que terminó el proyecto, volvieron a sembrar y ahora tenemos acceso a legumbres locales”.

Romina zapallo manzanamovil

“Siempre tratamos de tener productos lo más local posible y con principios de sustentabilidad y de precio justo. Tenemos algunos productos importados que no se producen en Chile como café y aceite de coco, pero que cumplen con nuestros criterios: que sean sustentables y con certificación orgánica, más el precio justo. Si no es local, debe ser sustentable sí o sí”, afirma respecto a la selección. “Tenemos toda la disposición de apoyar a las iniciativas como la nuestra, si necesitan apoyo o conocer la experiencia, siempre estamos aquí para apoyar y compartir en lo que se pueda”, invitan.

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