Campesinas, pescadoras, activistas ambientales, sindicalistas y disidencias. Más de 50 voces rurales se encontraron en Santiago para tejer la inmensa trenza del Buen Vivir. Tuvimos acceso a este proceso de tejido para retratar el cruce de luchas en la Alianza por la Soberanía Alimentaria de los Pueblos de América Latina y el Caribe.
Crear con lana o hilo puede hacerse de muchas formas, con palillos, crochet e incluso nudos. Con esa técnica nuestras abuelas y madres nos enseñaron que podemos juntar lo que necesitemos con paciencia, constancia y un punto a la vez. Así lo ha asumido también la Alianza por la Soberanía Alimentaría de los Pueblos de América Latina y el Caribe, que desde 2012 aúna a movimientos sociales indígenas, campesinos, trabajadores rurales, pescadores artesanales, mujeres, ambientalistas y ONGs.
Así este 24 y 25 de febrero de 2024 recibimos en suelo chileno a representantes de más de 20 organizaciones que se hicieron parte del tercer encuentro de la alianza. En las dependencias de La Casa del Maestro, del Colegio de Profesores, se definieron los principales ejes que serán el horizonte del trabajo en red.
Melissa Chá, joven indígena maya de Guatemala, integrante del Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas (Ecmia), relata la importancia de involucrar las manos de la juventud en la lucha por la dignidad. La escuchamos mientras sus ojos brillan:
Estamos en la lucha presentes y es importantes que abramos los ojos y levantemos la voz. Porque no hay soberanía alimentaria si no hay territorios. Y lamentablemente en los pueblos y naciones indígenas los territorios están siendo arrebatados”.
Con el objetivo de conocer las diversas acciones y perspectivas de las organizaciones que incorporan la alianza, recolectamos también la voz de ecuatoriano Líder Góngora Farías, del Foro Mundial de Pueblos Pescadores y de la Alianza Manglares del Ecuador. El sentimiento es de recargar energías en medio de la crisis climática y de despojos que aún no se detienen.
“Estamos aquí en Chile para juntar fuerzas, para retomar luego de un proceso pandémico que vivió el planeta nos hemos rejuntado. Y estamos tratando de llegar a acuerdos para tener un camino, una luz que sea colectiva y que nos señale el camino. Están mayores, jóvenes, mujeres, hombres, un colectivo interesante de diferentes matices, colores y que decimos ‘bueno, vamos a seguir defendiendo la vida”, recalca en conversación con TomateRojo.cl.
La privatización nos desplaza, nos desmantela del territorio que es nuestra identidad, nuestra cultura. Ahí están nuestros cuentos, nuestras leyendas, de ahí venimos y ahí queremos seguir viviendo, queremos seguir estando alegres y contentos. Por eso la defensa de este ecosistema maravilloso para la vida y para el planeta”.
La misma defensa ambiental promulga Emerita Sánchez desde la Coordinadora Nacional de Pueblos Indígenas de Panamá (COONAPIP), parte del Ecmia. Como una huella nos deja la idea de que los conocimientos ancestrales deben estar al centro y se valorados en el combate a la crisis climática, desde una perspectiva territorial: “Hoy estamos aquí buscando esta estrategia y aportando las ideas que tenemos como mujeres indígenas”.
En tanto al rol de las mujeres, a través de su voz desliza un llamado a darse cuenta de su valor y derechos. “Mujeres, todas podemos. Nosotras como mujeres debemos resaltar primero nuestra identidad, nuestras costumbres y lo segundo es que tenemos valor, conocemos nuestro derecho. Y las que todavía no conocen, que se sumen a este reto, que no es fácil porque muchas veces pensamos que tenemos que llegar aquí y ser representantes, pero esto es un proceso muy largo. Pero podemos mujeres capacitarnos, hay escuelas de liderazgos de mujeres nacionales e internacionales”, alienta.
La alianza trae juventud, trae conocimiento. Y nosotras estamos dispuestas para seguir aprendiendo y poner la mano en el corazón para decir que aquí no ganamos, pero ganamos mucha experiencia, esos conocimientos de nuestras ancestras que nos dejan. Muchas se fueron pero pensaban en la juventud y hoy estamos con ustedes. Todo se puede”.
Así las manos tejedoras de la Alianza por la Soberanía Alimentaria de los Pueblos se han concentrado en abordar la orgánica y levantar un manifiesto conjunto, donde todas las ideas se mezclen y fundan en un futuro donde el Buen Vivir esté en el centro.
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