El analista internacional, vocero y werken y encargado de relaciones internacionales del Consejo de Todas las Tierras, Aucan Huilcaman, nos envió una columna de opinión para Voces en la Lucha.
Hacen 14 años atrás que la comunidad internacional arribo a un gran “consenso internacional” del más alto nivel en el marco del derecho internacional como es la adopción de la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de carácter universal que tiene como sujeto y destinatario a los Pueblos Indígenas y los Mapuche en particular.
El despliegue de una estrategia diplomática de parte de los Pueblos Indígenas fue determinante para su resultado. En ese sentido, la organización Mapuche Consejo de Todas las Tierras, desde su nacimiento estableció una política diplomática en la esfera internacional de dialogo y persuadir a los gobiernos del mundo y a los organismos multilaterales, para restablecer los derechos colectivos de los Pueblos Indígenas que se habían conculcados de parte de los estados nacionales.
Esta declaración por su naturaleza perdurará un largo tiempo y todos los días interpela a las personas y a los Pueblos Indígenas y a sus organizaciones para su uso, pero también todos los días le hace una radiografía a cada Pueblo Indígena donde quiera que se encuentre, si tiene o no voluntad y capacidad orgánica para transitar hacia la autodeterminación o simplemente se ha impuesto en cada Pueblo Indígena, el colonialismo institucional, la domesticación cultural y en el caso de los Mapuche la Chilenización en todas sus formas.
Hasta el momento es muy común constatar hechos y acciones donde los Pueblos Indígenas reclaman a los Estados la falta de reconocimiento de sus derechos. La Declaración de Naciones Unidas, le ha restablecido el derecho más alto que disponen los Pueblos y la herramienta más poderosa para determinar su futuro y no se observan acciones orientadas a implementar el derecho a la autodeterminación. Posiblemente en muchos Pueblos Indígenas la domesticación y el colonialismo ha ganado la batalla, pero igualmente sería necesario que se ponga de manifiesto tal situación y tomen una ruta acorde a su limitada situación y que se ponga de manifiesto que su futuro como Pueblo Indígena depende de otros u otros factores externos.
En el caso de los Mapuche además, del derecho a la libre determinación están reconocidos los Parlamentos, con el mismo estatus jurídicos de la Convenciones de Viena y la Declaración Americana sobre Derechos de los Pueblos indígenas, entrega una herramienta procedimental sin precedente en las relaciones multilateral para su uso.
El artículo 28.-, es la disposición más completa sobre tierras, territorios y recursos y ofrece opciones como la restitución, reparación, indemnización justa y equitativa sobre las tierras, territorios y sus recursos que fueron tomado confiscado, y ocupado sin el consentimiento de los Pueblos Indígenas. Este articulo tiene plena relación con el derecho a la autodeterminación, es decir, a la hora de la formación de los gobiernos de los Pueblos Indígenas dispongan de una base económica. Pero ese momento sigue esperando.
El Relator Especial de Naciones Unidas Alfred de Zayas, en su estudio e informe sobre la “promoción de un orden internacional” en el contexto del derecho a la autodeterminación, ha recomendado que el sistema multilateral debe disponer de los asientos para los gobiernos de los Pueblos Indígena en la Asamblea General de Naciones Unidas. Esos asientos están allí y esperan a los gobiernos indígenas.
Un grupo de Mapuche ha comenzado a darle forma orgánica al derecho a la autodeterminación, mediante un proceso constituyente redactando un estatuto o constitución política Mapuche, recientemente ha realizado su tercera sesión especial en el histórico Cerro Ñielol del Wallmapuche.
Aucan Huilcaman. Wallmapuche Pewunguen Kuyen septiembre 2021
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