El lunes 6 de marzo el Comité de Ministros rechazó las solicitudes de invalidación presentadas en 2019 por comunidades indígenas y ciudadanas, las que mantuvieron frenado, hasta ahora, al cuestionado proyecto hidroeléctrico El Rincón, una central de paso de 11 megavatios (MW) que pretende instalarse en un lugar sagrado para el pueblo mapuche, relevante para el turismo aventura y trascendental para la biodiversidad de esta parte de la Araucanía.
Melipeuco es una comuna de 6.138 habitantes perteneciente a la provincia de Cautín, ubicada en la Araucanía cordillerana. Los volcanes Llaima y Sollipulli flanquean al valle en el cual se emplaza el pueblo. Por las tardes, los glaciares del Llaima se tiñen de rojo antes de despedir al sol. Al mismo tiempo, torrentosos ríos de cristalinos caudales irrigan sin cesar a este tranquilo y apacible rincón de la Araucanía.
Fue el 21 de diciembre de 2009, a través de un remate de derechos de aguas realizado por la Dirección General de Aguas, que Ingeniería y Construcción Madrid S.A se hizo de los derechos suficientes para proyectar una central hidroeléctrica en el Truful Truful, río que nace de los glaciares que rodean al Parque Nacional Conguillío, en la Sierra Nevada y volcán Llaima.

De esta manera, desde 2013 que Construcción Madrid S.A y su representante legal, Manuel Madrid – ambos domiciliados en Ciudad Empresarial, Santiago- pretende instalar la Central Hidroeléctrica de Pasada El Rincón. Ante esta amenaza, la comunidad de Melipeuco se levantó progresivamente y “hoy día de las cinco personas que éramos hace 10 años, ya somos toda una comuna en contra de este proyecto”, afirma tajante a Tomate Rojo Luz María Huenupi, presidenta de la comunidad Juan Meli y una de las voceras de la organización Melipeuco Ríos Libres.
En 2018, tras cinco años en el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), el proyecto de Madrid fue rechazado de forma unánime. El titular apeló y en 2019 el Comité de Ministros del gobierno de Sebastián Piñera aprobó el proyecto, desoyendo los argumentos técnicos del proceso de evaluación. Dicha apelación fue tildada de “soberbia” por parte de las organizaciones presentes en la comuna, sobre todo considerando la naturaleza sagrada del río que sería intervenido.
“Para nosotros como mapuche el Truful Truful es un río sagrado, nos da la vida, nos da todo y no solamente para Melipeuco: al río llegan machis y lawentuchefes de otros territorios a buscar el agua y el lawen. Es un espacio significativo para toda la Araucanía”, explica Huenupi.

La tranquilidad que se respira en Melipeuco una vez más se vio alterada por la decisión del Gobierno central y fue en ese escenario que las comunidades interpusieron un recurso de invalidación. Si embargo, su reciente rechazo significa que el proceso de implementación de la hidroeléctrica en el río sagrado puede continuar. Pero Madrid, advierten desde Melipeuco, no lo tendrá tan fácil.
Agotando todos los recursos que permite la ley, junto con presentar la solicitud de invalidación, algunas comunidades y organizaciones presentaron en el Tribunal Ambiental dos recursos de reclamación, los que quedaron pausados desde 2019 y que ahora se reactivarán tras el rechazo del recurso de invalidación.
“Hay otros proyectos que sí revisan, entonces pensamos que esta es una forma en que los ministros se lavan las manos, tirándole la pelota al Tribunal Ambiental, que es a donde vamos ahora”, plantea Paz Neira, antropóloga social y vocera de Melipeuco Ríos Libres.

En el comunicado del 6 de marzo, el Comité de Ministros informó que su decisión “no implica aprobar o rechazar el proyecto, ni pronunciarse sobre los aspectos de fondo, pues su análisis versó sobre la procedencia o no de las solicitudes de invalidación en esta ocasión” y agregaron que esta determinación puede ser reclamada ante el Tribunal Ambiental.
Los cada vez más calurosos días de verano en Melipeuco – y en toda la Araucanía- y la alta presencia de turistas que llegan a estas tierras a disfrutar del rafting, las termas, ferias gastronómicas, sus ríos, trekking y las bondades de un territorio volcánico; comienzan a disminuir. Con la inevitable llegada del otoño, el aire de forma repentina se vuelve un tanto angustiante: nuevamente la comunidad ha de ponerse manos a la obra para proteger lo sagrado, proteger el turismo y proteger los ecosistemas en una comuna Zona de Interés Turístico (ZOIT).
“Es triste, da pena y rabia… Hay que entender que esto es por la protección del medio ambiente, pero también es tener un mínimo de respeto por la vocación que tienen los territorios y la visión que tenemos en los territorios”, recalca Neira.
Aprovechamiento del río de forma respetuosa
El proyecto hidroeléctrico El Rincón es un central de paso que se instalaría 200 metros más abajo del salto grande del río Truful Truful, un espectacular salto de agua, relevante culturalmente para el pueblo mapuche y a su vez una de las postales ineludibles de la comuna, “si no viniste al salto del Truful Truful, no conociste Melipeuco”, se suele decir a los turistas.
A su vez, este poderoso salto de agua es uno de los 33 geositios del Geoparque Mundial de la Unesco Kütralkura, el primero y único parque de estas características en Chile, que tienen por objetivo convertirse progresivamente en territorios para la educación de las ciencias de la tierra, la conservación y el geoturismo, debido a su increíble riqueza natural reconocida a nivel internacional.

De concretarse el proyecto El Rincón, serían dos las hidroeléctricas construidas en prácticamente el mismo tramo de río, ya que desde 2009 opera, 50 metros más arriba de las proyecciones de Madrid, la Central de Paso Truful de la empresa Enerbosch, una central de 0,85 megavatios.
En esta misma zona es frecuente, sobre todo en verano, que turistas de Chile y el mundo realicen rafting, aprovechando los rápidos que ofrece el río. A diferencia del aprovechamiento del agua como recurso, destaca Huenupi, “hoy si hay una instancia de aprovechamiento económico del río, pero con todo el respeto que se merece”, dice refiriéndose a la oferta turística en torno al salto y el río en general.
Para Nataly Escobar, emprendedora de Melipeuco y cofundadora de la agencia Ñamku Adventure, la instalación de la central hidroeléctrica afectaría gravemente su actividad económica ya que durante el verano el rafting es la actividad con la que más ingresos generan. “Si este proyecto se aprueba va a disminuir el caudal del río y por tanto sus rápidos, que están justamente en la sección alta del río que sería intervenida. Si se realiza esta hidroeléctrica para nosotros se termina el rafting”, explica con tono severo.
Escobar y sus colegas del sector del turismo participan activamente de Melipeuco Ríos Libres, sus marchas, reuniones e incluso estuvieron recaudando fondos para el abogado que asesoró a la organización, mediante bajadas “populares” en rafting a un precio más asequible. Sin embargo, la noticia de esta semana “nos da rabia porque sentimos que todo lo que hemos hecho como comunidades no tiene importancia para el empresario ni para el Estado. Pareciera que esto es una lucha de nunca acabar”, plantea.
Durante el proceso de participación ciudadana, las comunidades alertaron sobre la afectación al turismo y calidad de vida; sobre el emplazamiento de las obras en zona de riesgo volcánico; la disminución en la calidad y cantidad de agua en un tramo de 2,5 km; afectación a flora y fauna; afectación a las actividades ancestrales y hierbas medicinales asociadas a estas; y afectación a sitios con valor antropológico.
Hoy, a 10 años de iniciada esta pugna entre los intereses de las comunidades y el interés de un empresario que se dedica vender proyectos, se avizora en el horizonte un conflicto mayor. Las comunidades insisten en que no quieren la central, pero ya se están agotando los recursos que permite la ley.

“Claramente este tipo de toma de decisiones agudiza el conflicto con el pueblo mapuche cuando se pretende intervenir de esta forma sus lugares sagrados, cuando se nos tiene cinco años yendo a reuniones y a procesos de consulta indígena para que al final los Ministros, entre cuatro paredes, hagan lo que quieran. Es superdecepcionante”, argumenta Neira.
Todas las entrevistadas para este reportaje alertan que a Melipeuco progresivamente han llegado cada vez más forestales, pisciculturas e hidroeléctricas: ven como su territorio se deteriora y transforma contra la voluntad de sus habitantes. Pero también, han sabido resistir y mantener a raya a quienes no son bienvenidos.
“Le doy por hecho que esta central no se va a construir, no vamos a dejar que se construya. No hemos hecho nada negativo, hemos seguido todos los procedimientos que estipula la ley, pero si perdemos, la visión va a ser otra. Ellos están instando a la violencia, no queremos caer en eso, no lo hemos hecho en 10 años, pero si llega una sola máquina, ahí vamos a estar”, asegura convencida Huenupi.
Durante los siguientes meses el devenir del proyecto hidroeléctrico se resolverá en el Tribunal Ambiental de Valdivia. En Melipeuco las comunidades están atentas y actuando con la energía que solo les podría entregar el río. “Nosotros que somos mapuche valoramos nuestra naturaleza y de ahí viene nuestra fuerza, nos la da el Truful Truful, así que no la vamos a perder nunca. Seguimos en la lucha”, asegura Huenupi antes de despedirse.