Diego vuelve a regalar sus décimas, nuevamente dejando en evidencia a Aes Andes. Si quieres revisar más de sus poemas y textos que narran la realidad, revisa aquí.
Con todo aprecio y respeto a quienes luchan por defender su tierra y sus derechos, Vilma Mellado y todas las comunidades afectadas.
Lidia Miranda Morales
25 de junio del 2022
GIGANTES BLANCOS
He nacido entre el arado,
Entre huertos y trigales,
Contemplado atardeceres
Y soñando anocheceres.
Siendo niño crucé charcos,
Y en verano a pleno sol
Disfruté ríos y esteros
Que espantaron mi calor.
En noches de luna llena
Contemplaba cada estrella
Solo el cantar de los grillos
Opacaban su belleza.
Esta tierra ha sido mi madre,
Mi hermana, mi compañera.
Con cielos de treile y zorzales,
Volando entre las alamedas.
Ella me brindó alegrías
Me alimentó y dio cobijo
La tierra nos dio el sustento
A abuelos, padres e hijos.
Hoy llora mi alma herida
Al ver tanta destrucción,
Se han robado nuestra vida,
Los sueños, nuestra ilusión.
Llegaron gigantes blancos
Sintiéndose nuevos dueños
A Destruir los sembrados
A interrumpir nuestro sueño.
Los gigantes mueven brazos
Que se agitan y que gritan
Que enmudecen cada trino
Y a todo animal que habita.
Los gigantes tienen fuerza
Pero tú y yo tenemos más
No hay poder tampoco guerra
Capaz de hacernos flaquear.
Que se roben otros vientos
En vientos de otro lugar
Que devuelvan el silencio
Y dejen nuestra tierra en paz.
Entre huertos y trigales,
Contemplado atardeceres
Y soñando anocheceres.
Siendo niño crucé charcos,
Y en verano a pleno sol
Disfruté ríos y esteros
Que espantaron mi calor.
En noches de luna llena
Contemplaba cada estrella
Solo el cantar de los grillos
Opacaban su belleza.
Esta tierra ha sido mi madre,
Mi hermana, mi compañera.
Con cielos de treile y zorzales,
Volando entre las alamedas.
Ella me brindó alegrías
Me alimentó y dio cobijo
La tierra nos dio el sustento
A abuelos, padres e hijos.
Hoy llora mi alma herida
Al ver tanta destrucción,
Se han robado nuestra vida,
Los sueños, nuestra ilusión.
Llegaron gigantes blancos
Sintiéndose nuevos dueños
A Destruir los sembrados
A interrumpir nuestro sueño.
Los gigantes mueven brazos
Que se agitan y que gritan
Que enmudecen cada trino
Y a todo animal que habita.
Los gigantes tienen fuerza
Pero tú y yo tenemos más
No hay poder tampoco guerra
Capaz de hacernos flaquear.
Que se roben otros vientos
En vientos de otro lugar
Que devuelvan el silencio
Y dejen nuestra tierra en paz.
Sigue leyendo en TomateRojo.cl
https://tomaterojo.cl/sobre-quintero-puchuncavi-o-las-falsas-promesas-del-dar-traajo/