Este martes, investigadores del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2, integrado por profesionales de las universidades de Chile, de Concepción y Austral, presentarán el informe “Antropoceno en Chile: evidencia y formas de avanzar”.
El estudio es un diagnóstico interdisciplinario. En él que participaron más de 60 científicos. Su contenido se basa en la realidad nacional en materia medioambiental y las medidas que se deberían tomar antes de que sea demasiado tarde, según informa El Mercurio.
Laura Gallardo, directora del (CR)2, afirmó que “no solo tenemos que incorporar tecnologías como la electromovilidad. Sino también ampliar los actores que se involucran en el proceso”. Agregando que “ya no solo se trata del cambio climático o de la biodiversidad, sino de cómo convivimos con el planeta”.
“Hace 30 años que los científicos, a través del IPCC (Panel Intergubernamental del Cambio Climático) ya hablaban de lo que está pasando ahora”, dice Matilde Rusticucci, académica de la Universidad de Buenos Aires e investigadora de Conicet. Quien dará una charla magistral en la presentación de esta jornada, según consigna El Mercurio.
Medidas para prevenir la crisis medio ambiental
Pese a los positivos cambios en la calidad del aire en Santiago en los últimos 30 años, debido a políticas e transportes basadas en la ciencia y tecnología, Gallardo hizo un llamado a “propiciar cambios de comportamiento. Como subirnos al transporte público”.
Asimismo, se sugiere la creación de una red oceanográfica compuesta por boyas y estaciones meteorológicas desplegadas en la costa. Esto con el fin de estudiar los cambios que se están produciendo en el océano. Y que de paso están afectando la pesca y la biodiversidad.
Entre los años 1960 y 2016 disminuyeron las precipitaciones, la que en algunas zonas llegó al 8% cada 10 años. Pese a factores cíclicos naturales, los científicos estiman que el cambio climático está afectando cada vez más a este fenómeno.
Por lo mismo, el informe recomienda,revisar las metodologías actuales de asignación del agua y el Código de Aguas, debido a las mayores sequías y menor disponibilidad de agua.
Además, el estudio detalla que urge la creación de una nueva política para asegurar la conservación de “uno de los hotspots de biodiversidad más singulares del mundo”, debido al aumento de los incendios forestales.
Hasta ahora, se ha perdido el 50% del área de bosque nativo respecto de su espacio original.