A pesar de las promesas de “recuperación verde”, los países del G7 gastaron miles de millones más en combustibles fósiles que en energías renovables durante el año pasado. “Las políticas de recuperación de algunas naciones de la cumbre del G7 lanzaron importantes salvavidas a la industria del petróleo y el gas; arriesgando un aumento de la producción y el bloqueo de estos sistemas energéticos durante décadas”, rescata un nuevo informe de la agencia de ayuda Tearfund, el Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible (IISD) y el Instituto de Desarrollo de Ultramar (ODI).
Según el documento, las naciones del G7 invirtieron 189.000 millones de dólares en la producción y desregulación de combustibles fósiles. Ello entre enero de 2020 y marzo de 2021. Mientras tanto, sólo destinaron 147.000 millones al desarrollo de energías renovables.
El informe de estas tres organizaciones, titulado “Limpiando sus actos…”, señala que en la mayoría de los casos el dinero invertido por Estados Unidos, el Reino Unido, Japón, Francia, Alemania, Italia y Canadá se gastó sin “cuerdas verdes”; que habrían condicionado el gasto al compromiso de las empresas de combustibles fósiles con la acción climática.
“Las inversiones sin “cuerdas verdes” son muy problemáticas, ya que acaban beneficiando a las actividades intensivas en combustibles fósiles. Lo anterior sin que se exijan objetivos climáticos o reducciones de la contaminación”, aseguró Angela Picciariello, de la ODI.
Los países “perdieron grandes oportunidades de hacer más verde su respuesta a Covid-19”, dice el informe. “Más de ocho de cada diez dólares comprometidos con los combustibles fósiles vinieron sin ‘condiciones verdes’”.
Promesas falsas de países del G7
A pesar de las promesas de “reconstruir mejor” después de la pandemia por parte del presidente estadounidense Joe Biden -que adoptó el lema para su campaña de 2020- y de otros líderes, los gobiernos de Estados Unidos y Canadá han reducido las regulaciones sobre combustibles fósiles en el último año. Incluyendo la exención de los requisitos para las evaluaciones de impacto de los proyectos de infraestructura; la suspensión de las sanciones para las corporaciones causantes de la contaminación y la ampliación de los plazos para la presentación de informes de emisiones.
“Las emisiones de las reservas ya desarrolladas de petróleo, gas y carbón por sí solas podrían llevar al mundo más allá del límite de calentamiento de +1,5°C establecido por el Acuerdo de París”, afirma el informe. “Sin embargo, las políticas de recuperación de algunos países del G7 lanzaron importantes salvavidas a la industria del petróleo y el gas. Arriesgando un aumento de la producción y el bloqueo de estos sistemas energéticos durante décadas”.
¿En qué invirtieron las naciones del G7?
Las naciones del G7 invirtieron especialmente en sistemas de transporte que funcionan con combustibles fósiles. Gastando 115.000 millones de dólares en rescates de empresas como Air France, British Airways y Honda. Según el informe, más del 80% de los fondos se otorgaron a las empresas sin garantizar el compromiso de reducir las emisiones.
“Hasta aquí llegó la recuperación verde”, tuiteó Nick Taylor, profesor del Centro de Investigación de Economía Política de Londres. En 2020 los países del G7 invirtieron 189.000 millones de dólares en carbón, petróleo y gas, 42.000 millones más que en energías renovables”.
El informe llega días después de que los líderes del G7 anunciaran sus planes de discutir medidas importantes para mitigar la crisis climática en la cumbre. La reunión comenzó el 11 de junio en Cornualles (Inglaterra).
Según se informa, los funcionarios debatirán la eliminación gradual de las nuevas ayudas gubernamentales directas a los combustibles fósiles internacionales; la conservación del 30% de la tierra para 2030 con el fin de impulsar la biodiversidad y ayudar a absorber las emisiones de carbono; y otras medidas. Sin embargo, las acciones del G7 desde el comienzo de la pandemia han hecho que los defensores de la causa cuestionen el compromiso de los líderes con la “recuperación verde”.
“Mientras que ocho de los 11 países mejoraron sustancialmente la ecología de sus planes en el último año, en el momento de redactar este informe sólo cuatro (Canadá, Francia, Alemania y el Reino Unido) han desarrollado planes que causarán más bien que mal al medio ambiente”, dice el informe.
Mirando al futuro
Una cumbre del G7 en la que los líderes se tomen en serio la necesidad de invertir en energías renovables en lugar de en combustibles fósiles, dijo el ODI, “podría también sentar las bases para el éxito de la COP26″.
“Todos los días somos testigos del empeoramiento de las consecuencias de la crisis climática para las comunidades de todo el mundo: las cosechas de los agricultores se pierden, las inundaciones y los incendios arrasan las ciudades y los pueblos, y las familias se enfrentan a un futuro incierto”, afirmó Paul Cook, director de defensa de Tearfund. “Las decisiones que tomen ahora los países del G7 acelerarán la transición hacia un futuro seguro para todos desde el punto de vista climático, o pondrán en peligro los esfuerzos realizados hasta ahora para hacer frente a la crisis climática.”
Nota publicada originalmente en A Planeta.
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