Originaria de Japón, el Shinrin Yoku o Baño de Bosque, es una práctica en la que los participantes se adentran en un bosque para sumergirse en sus aromas, texturas y sonidos con la finalidad de encontrar un auténtico momento de calma y reflexión en sus vidas. Pero no todo es mental, al respirar dentro de un bosque, literalmente se respira vida.
Fue en Tokio, Japón, a principios de este siglo que el médico inmunólogo Qing Li comenzó a investigar sobre la medicina forestal, debido a la preocupación del gobierno nipón sobre los efectos de la contaminación y el estrés en la salud humana. En definitiva, Li vio que aquellos pacientes del hospital en el que trabajaba que salían a recorrer un bosque aledaño se mejoraron más rápido y de mejor manera.
“En realidad es una inmersión en el bosque o zambullirse en el bosque, la traducción de Baños de Bosque genera algunas confusiones, pero lo que haces finalmente es entrar con tu cuerpo, mente y espíritu al bosque”, detalló Carlos Claussen, guía de Baños de Bosque.
En la práctica, un Baño de Bosque consiste en realizar una caminata de baja intensidad por un bosque durante un mínimo de dos horas. Algunos de los beneficios de esta práctica, que de forma progresiva se ha expandido al mundo, son la reducción de la ansiedad y depresión, fortalecimiento del sistema inmune, disminución del cortisol y adrenalina – por ende, reducción del estrés-, regula la presión arterial, mejora el humor, alivia dolores crónicos y ayuda a conciliar el sueño.
Claussen, quien es guía ecoturístico y se ha especializado en el estudio y práctica de los Baños de Bosque dijo que “nuestro sistema inmune es un sistema al que le faltan los componentes que nos entregan los bosques, porque el ser humano perdió el vínculo fundamental con la naturaleza”.
Fitoncidas, el elemento que faltaba
Como toda práctica de reflexión, relajación y aumento de conciencia del aquí y ahora, del tiempo presente con sus aromas, texturas, temperaturas y sonidos; los Baños de Bosque requieren que los participantes se hagan conscientes primero de sus sentidos y de todo lo que perciben.
Entrado en este estado, el guía invita a los participantes a compartir algunas reflexiones, emociones y sensaciones. Mientras tanto, durante el periodo en el que se transita por el bosque, mediante la piel y la respiración ingresan al organismo los fitoncidas, compuestos orgánicos volátiles y aromáticos que segregan la vegetación para defenderse de hongos y bacterias.
Estos fitoncidas son los responsables de la regulación y aumento del sistema inmune, los que son capaces de matar e inhibir el desarrollo de microbios patógenos y aumentar el número y actividad de las células NK (Naturall Killer) que protegen de enfermedades infecciosas.
“La ciencia está descubriendo que este regalo de la naturaleza, de la cual somos parte, es parte esencial para nuestro correcto funcionamiento y por habernos excluidos y retirado de la naturaleza, estamos deprimiendo nuestro sistema inmune y nuestro ánimo”, comentó el especialista en Baños de Bosque.
Mientras más viejo y diverso sea el bosque, mayor es la diversidad de fitoncidas que ingresan al cuerpo humano. Suspendidos en el aire, este cóctel de aceites esenciales, a veces perceptible, son uno de los responsables de la mejoría en la salud, que se ve potenciado con la introspección y calma durante el Baño de Bosque.
“Los bosques son sistemas extremadamente complejos, son sistemas completos que se comunican bajo tierra, pero también a través del aire mediante estos aceites esenciales y esto no solo los beneficia a ellos, también a animales, insectos y humanos”, detalló Claussen.
Baños de Bosque en Chile
En 2020 Conaf junto a la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), Forest Therapy Institute (FTI) y Fundación Churque, elaboraron la primera guía de Shinrin Yoku o Baños de Naturaleza, traducción adoptada en Chile debido a la diversidad de ambientes naturales presentes en nuestro país.
De esta manera, el Baño de Bosque fue adoptado por el Estado como una práctica recomendable a realizar en sus distintas áreas protegidas, una iniciativa celebrada por Claussen, quien destacó la visión de Conaf, ya que esta guía apunta a que cada persona tenga las nociones y habilidades para brindarse su propio Baño de Bosque. Un insumo valioso si consideramos que en Chile “debe haber unos de 20 guías certificados y si los baños sólo se practicaran con algún facilitador, llegaría a muy pocas personas. Es una política muy interesante”, acotó Claussen.
En 2019 Conaf realizó en el Parque Nacional Río Clarillo el primer taller nacional de Baños de Bosque para capacitar a guardaparques y profesionales de la institución, con la finalidad de adoptar esta práctica en más áreas protegidas. A la fecha se han realizado en distintos puntos de nuestro país como Reserva Lago Peñuelas, Reserva Nonguén y en el Monumento Natural Lahuen Ñadi, entre otros.
Pero también las reservas e iniciativas privadas en Chile han adoptado de forma progresiva la práctica de baños de bosques.
Refugio Biota Maule
Emplazado en Vilches alto, en la comuna de San Clemente, Región del Maule, el Centro de Educación, Investigación y Ecotusrismo Biota Maule está inserto en medio de un bosque templado caducifolio, uno de los bosques más biodiversos y amenazados de Chile, compuesto por especies como hualo – o roble maulino-, huala, ñirre y lenga. Donde también habitan cóndores, zorros, colocolos, carpinteros, pumas y hued hued, entre otros cientos de especies.
Con una ubicación privilegiada en medio de los ecosistemas nativos del Maule, durante el 3 y 4 de diciembre el destacado especialista en Baños de Bosque Carlos Claussen junto al biólogo y director general del refugio, Luis Valladares, impartirán el taller “Introducción a los Baños de Bosque y sus principios naturales”.
En la práctica, la actividad se compone de dos jornadas en las que se complementarán los conocimientos producto de la experiencia del Baño de Bosque impartida el sábado, con una segunda jornada de reconocimiento de flora y fauna y de comprensión de la evolución del bosque maulino, durante el domingo.
“Es la primera vez que hacemos una actividad como esta y es un desafío por lo vanguardista y visionario que son los Baños de Bosque y cómo se ha estado posicionando muy fuerte en Chile. Por eso queremos complementar el Baño de Bosque con un poco de biología y la historia natural de los bosques en los cuales estarán los visitantes”, dijo Mariano Ruiz, director de ecoturismo de Biota Maule.
De esta manera, junto con recibir los beneficios para la salud corporal y mental del contacto con la naturaleza, los visitantes podrán dar un vistazo hacia el pasado y poner en contexto su experiencia. “Este tipo de bosque es el que estaba en la Antártica hace unos 80 millones de años atrás, estamos en presencia de un ensamble ecológico muy interesante, por lo que es necesario entender en profundidad lo que significa la manifestación de la vida en un ecosistema silvestre, con escenarios naturales de gran belleza y características que la hacen sensorial y emocionalmente muy potente”, afirmó Valladares.
El sábado las actividades comenzarán a las 12 del día con la llegada de los visitantes, los que cocinarán en conjunto para conocerse y romper con el individualismo, tan característico del ritmo de vida que llevamos. Así entre las 15 y 18 horas realizarán el Baño de Bosque junto a Claussen y luego terminarán con una cena y fogón para compartir preguntas, dudas y reflexiones sobre su experiencia en el bosque, las que serán trabajadas en conjunto al día siguiente en una exploración naturalista a cargo de Valladares.
“Nos hemos dado cuenta que la inmersión en el bosque no solo debe de ser sensorial, emocional y espiritual, sino que también hay un componente intelectual, de comprender cuáles son los patrones que rigen el bosque, cuáles son las sustancias químicas que se emanan y cuáles son sus fundamentos”, detalló el biólogo.
Este novedoso engarce entre la ciencias evolutivas y la salud son parte del objetivo del equipo de Biota Maule para entregar a los visitantes una experiencia profunda, completa y habilitante, para que en el futuro sean ellos mismo los que puedan darse su propio Baño de Bosque y disfrutar de sus beneficios, sobre todo en un momento en el que la salud mental, saliendo de una pandemia, se ha visto significativamente deteriorada.
“Lo que hemos visto es que la pandemia influyó mucho y si antes se posicionaba el bienestar o la conexión con la naturaleza como algo de lujo y recreativo, ahora es una necesidad personal y biológica. Hoy todos buscan una instancia de mayor conexión con la naturaleza de forma profunda y genuina”, explicó Ruiz.
Para contactar a Biota Maule y reservar un cupo para el taller se les puede contactar por sus redes sociales, al email biotamaule.refugio@gmail.com o al teléfono +569 90326105.
*Fotos gentileza de Centro de Educación, Investigación y Ecotusrismo Biota Maule
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