El resultado es triste. No lo digo por las votaciones presidenciales, sino por las senatoriales y de diputados. La derecha nuevamente y casi por arte de magia logra sobrerrepresentación con tal solo un 24% del total de las preferencias a nivel nacional, ojo, ocupando casi o más del 50% de los escaños en ambas cámaras.
El panorama es oscuro para la continuación de la nueva constitución y el estallido social se ve desvanecido y apaciguado por la falta de unión sectorial y obviamente la falta de educación cívica de los chilenos –comprensible obviamente por nuestro contexto y difícil de juzgar-, mi pasión me dice que gran parte de esta responsabilidad es de la persona que se sentó a firmar el acuerdo por la paz; pero eso ya pasó y ahora hay que tristemente agachar el moño y empezar a transar.
Ahora, con lo que tenemos ¿qué podemos hacer? Naturalmente hay que entregar toda la energía a Boric y ser activos en algunos casos en quitarnos el orgullo de encima por nuestro propio bien, por qué no somos pocos los que en este caso salimos perjudicados con el nefasto programa del ultraderechista, lo explico en simple:
- El partido republicano tiene una enorme representación de los sectores evangélicos en Chile, de los más conservadores y es natural que temas como el aborto y el avance en derechos LGBT+ se irán a la cresta.
- Dentro de su programa se busca perseguir a la “ultraizquierda” ¿y qué es la ultra-izquierda? ¿Si apoye el estallido social soy ultraizquierdista? ¿Si no me gusta el gobierno y salgo a protestar soy ultra-izquierdista? ¿Si apoyo la creación de la nación-estado mapuche soy ultra-izquierdista? Si mis amigos son anarquistas ¿Son ultra-izquierdistas? Muchos estamos sobre ese radar. Entiendo que muchos minimicen esa idea, pero en la práctica que eso esté en un programa de gobierno me parece tan grave como que un candidato de izquierda ponga: “expropiar todas las empresas fascistas” y le bajemos el perfil, por consiguiente.
- La militarización de la Araucanía es un tema curioso para muchos, la región más pobre de Chile es justamente la más desigual, les comento que en Temuco la gente vive en otra época, aún existe el inquilinaje (muy maquillado) y también les llamaría mucho la atención las diferencias de sueldo y horas de trabajo que existen respecto al nivel nacional, el temor los tiene acorralados y esto último es verdaderamente triste, pregúntenle a cualquier temucano y notaran lo que les digo, no votan por convicción, votan por desesperación y miedo.
- Eliminación de Prais (programa de reparación) , particularmente para los presos y exonerados políticos, personas que abiertamente combatieron la dictadura o por sapeo cayeron presos, que hoy por justicia (y digo justicia porque el estado chileno los encarceló injustamente y sin pruebas, en otros casos torturó o asesinó) obtienen una compensación que les da una pensión (complementaria con la de su AFP que no asciende más allá de los trescientos cincuenta mil pesos sumando) y salud gratis (pasan al tramo A básicamente de Fonasa).
- Eliminación de la gratuidad universitaria y programas de salud: Ojo, el primero es explícito, el segundo es por antonomasia al momento de reducir impuestos, naturalmente muchos programas no podrán sostenerse y serán eliminados.
Podría nombrar muchas más, por ultimo me gustaría aclarar que polarización en este país no se da por “la política”, se da porque un candidato quiere transgredir derechos esenciales, obtenidos con años de lucha, votar por Kast no es votar por Piñera, es peor y no esperen que la gente se quede en la casa cuando salga, se saldrá y con la fuerza de mil relámpagos.
Víctor, profesor de Historia y Ciencias Sociales.
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