San Fabián de Alico es una pequeña localidad ubicada en la nueva región del Ñuble. Es un territorio que se caracteriza por las múltiples actividades que se realizan en el río más importante de la zona, el Río Ñuble.
Estas características empezaron a cambiar, ya que en esta comuna está sucediendo una de las problemáticas socioambientales más graves de nuestro país, junto a las de la V Región. La construcción del embalse Punilla proyectada en el Río Ñuble, que propone un supuesto doble beneficio. Por un lado generar energía y por el otro embalsar agua para el riego. Estos beneficios no consideran el daño irreparable que generaría a la biodiversidad y a las comunidades que allí viven.
Este es un proyecto financiado por el Estado y concesionado a la empresa italiana Astaldi. De realizarse se transformaría en la segunda represa más alta de Chile. Con un muro de 136 metros de alto, con el que se pretende inundar 1.700 hectáreas. Esta inundación destruiría parte del Corredor Biológico Nevados de Chillán-Laguna del Laja. Territorio calificado como Reserva Mundial de la Biósfera por la UNESCO.
Otra amenaza para el Ñuble
Pero el embalse Punilla no es el único proyecto que se realiza interviniendo el río Ñuble. Además se encuentra la Central Ñuble de Pasada o HidroÑuble, perteneciente a la empresa eléctrica Puntilla. El gerente general de esta empresa es Eduardo Morel, cuñado del Presidente Sebastián Piñera.
HidroÑuble ya inicio sus obras y proyecta dejar el río con un caudal menor al 10% por una distancia de 16 kilómetros de faja. Lo que significa 22 kilómetros donde el río disminuiría su caudal a un décimo del nivel normal. Todo para poder generar más electricidad.
El trabajo de HidroÑuble tampoco ha estado exento de polémica. Uno de los principales problemas ocurrió en enero pasado y se trató de vertimiento de material explosivo y desechos al cauce de la cuenca del Ñuble. El hecho fue denunciado por la organización Ñuble Libre, presentando pruebas a la Superintendencia de Medioambiente, tal como lo explica Marcela Bustamante.
“Según lo establecido por la RCA del proyecto, cuando se hacen las tronaduras todo el material tiene que ser retirado y depositado en un lugar de acopio autorizado. Acá se hicieron tronaduras y luego ingresaron las maquinas, sacaron todo el material y los fueron a tirar al río, con desechos de explosivos. Por lo tanto eso es contaminación, es delito.”
Otra situación complicada para la comunidad fue la ocurrida el pasado 25 de enero, donde la organización Ñuble Libre llamó a una movilización, motivada por el vencimiento de los permisos para trabajar de la empresa eléctrica Puntilla, los cuales están vencidos desde abril del 2017. Durante la manifestación, se bloquearon las obras del proyecto HidroÑuble, lo que les costó a los manifestantes una querella por desórdenes públicos.
El problema de Ñuble también es político
Un tema controversial es el trabajo que ha llevado a cabo Martin Arrau, Intendende de la Región del Ñuble
Arrau fue elegido en febrero por Sebastián Piñera como delegado presidencial para la zona y se transformará en Intendente desde el próximo 3 de Septiembre, cuando la zona comience a funcionar oficialmente como región del Ñuble. Antes de ostentar este cargo, Arrau fue el presidente de la Junta de vigilancia del Río Ñuble. Además posee acciones de agua de la misma cuenca. Este hecho significa un claro conflicto de interés que podría inclinar la balanza a la hora de tomar decisiones sobre este proyecto.
Desde la organización Ñuble Libre denunciaron el hecho, entendiendo que si se realiza el embalse Arrau tendría ganancias económicas. Así lo explicó Marcela Bustamante, miembro de la organización.
“Consideramos que Martín Arrau tiene intereses directos con la junta de vigilancia del Río Ñuble. Él fue presidente de la junta de vigilancia. Luego renunció para ser delegado presidencial de Sebastián Piñera, pero sus acciones de agua las sigue manteniendo. Por lo tanto hay un claro conflicto de interés que nosotros rechazamos.”
Estos dos proyectos están generando cambios devastadores para la cuenca del Río Ñuble y para la biodiversidad del lugar. La pregunta que nace es ¿para qué declarar un territorio reserva de la biosfera si luego se va a destruir?