Para hacer compost puedes aprovechar los residuos vegetales del jardín y del hogar en vez de tirarlos a la basura. El compost es un abono orgánico que te servirá para mejorar la tierra del jardín y para alimentar a tus plantas.
Se dice que por cada 100 kg de restos orgánicos se obtienen 30 kg de abono. Ahorrás en fertilizantes químicos y otros nutrientes para tus plantas. Todo lo aquí explicado para hacer compost casero se puede poner en práctica en una casa, en un piso o si tienes suficiente espacio, directamente en la tierra del patio o jardín.
El compostaje una actividad gratificante, ecológica y práctica al 100%. ¡Anímate si aún no has empezado!
¿Qué necesito para hacer compost en casa?
La forma más elemental es hacer una pila en un rincón del jardín o usar un cajón de listones de madera. Pero lo mejor es comprar un compostador prefabricado. Los hay de distintos materiales (plástico, resina, térmicos, etc.) y tamaños diversos.
A la hora de elegir el tamaño, siempre es mejor pasarse que quedarse corto. Deberás tener en cuenta datos como:
- Cuántas personas viven en la casa.
- Cómo es de grande el jardín o el huerto.
- Si predominan árboles de hoja caduca, de hoja perenne, si hay césped, etc.
- El consumo de frutas, verduras y ensaladas que tenéis en vuestro hogar.
Aparte del compostador o silo, precisaras herramientas para voltear, tijeras de poda para cortar ramas y una pala para extraer el compost hecho.
También es muy recomendable disponer de una máquina biotrituradora para las ramas gruesas que no se puedan cortar con las tijeras y para picar los restos vegetales y acelerar así su descomposición.
Opcionalmente, te interesaría tener un termómetro de alcohol de hasta 100º (el de mercurio se puede romper y tendrías que tirar todo el compost) y un medidor de pH para tener más información sobre el estado del compost.
¿Dónde ubico el compostador?
Deberá reposar directamente sobre la tierra. Por comodidad, elige un sitio cercano a la cocina.
En la sombra es mucho mejor que en el sol, ya que sino, tendrías que regarlo con frecuencia para mantener la humedad.
¿Qué tipo de desechos puedo echar?
Del jardín
Para hacer compost casero puedes echar de tu jardín las hojas, el césped, las hortalizas, la paja utilizada como acolchado, las ramas podadas (si las pasas por una triturada, como decíamos, mucho mejor), el serrín, etc.
Las malas hierbas sólo si son anuales y no llevan semillas, porque las perennes que tienen estolones (ej. grama), bulbillos (juncia o castañuela) o rizomas, pueden mantener su viabilidad y brotar.
Del hogar
Cenizas, posos del café o del té, infusiones con papel incluído, cáscara de huevo, frutas, verduras y hortalizas, periódicos no impresos en color, yogures caducados, tapones de corcho, papel de cocina, aceite de aliñar, pelos, etc.
¿Qué no debo echar en el compost?
Hay algunas cosas que no se deberían echar en el compost, pese a ser muchos de estos componentes residuos orgánicos, no son buenos para el compostaje:
- Carne, huesos y pescado. Produce malos olores.
- Plantas y frutos enfermos o gran cantidad de vegetales podridos. Produce malos olores y putrefacción.
- Los excrementos de animales domésticos y de personas. Lleva patógenos.
- Ceniza y serrín de madera tratada o aglomerados.
- Colas y barnices. Esto es muy tóxico.
- El resultado de pasar la escoba tampoco porque lleva metales pesados.
- Por supuesto cualquier material que no sea orgánico y biodegradable: plásticos ,vidrio, etc.
¿Cómo se procede al compostaje de jardín?
De lo que se trata es de que esas hojas, ramas, césped o cenizas que echamos sean atacadas por microorganismos (bacterias y hongos) y se descompongan, fermenten, transformándose así en otro material con características distintas al original y muy bueno para el suelo y las plantas.
La capa inferior se hace con ramas más gruesas y piñas y no debe superar los 30 cm.
Mezcla varias capas de siega de hierba con residuos de corteza, podas de tallos jóvenes y papel troceado, en una proporción de 1 a 2
El estiércol o el mantillo del año anterior sirve como activador de la fermentación y se puede agregar al material, también en capas alternativas.
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A continuación, riega.
Es interesante almacenar en otoño en un cajón o rincón con hojas secas para mezclarlas con el césped en primavera y verano, que es más abundante, y equilibrar así material seco con verde.
Los compostadores disponen de ventilación y aberturas para que funcione la descomposición. No deben estar cerrados herméticamente.
Para agilizar la fermentación, usa una máquina trituradora. Además, en los centros de jardinería venden activadores de compostaje, ideal para cuando llenas el primer día de instalación y necesitas arrancar el proceso con fuerza. Añadir lombrices es bueno igualmente (de hecho, desde la tierra suben).
La humedad resulta vital. Por último, una temperatura de 40-60ºC eliminará los gérmenes y posibilita que en 3 ó 4 meses tengas un compost de calidad.
El único cuidado consistirá en vigilar que no se pudra, controlando la fermentación. De vez en cuando, toma un puñado de compost con la mano y apriétalo.
Si escurre líquido, corre peligro de pudrirse. Incorpora material seco y dale forma de nuevo al montón. Y si se desmorona, es porque se encuentra muy seco y debes humedecerlo. Remueve la mezcla una vez al mes para airearla.
¿Cómo sé si algo no va bien en la elaboración del compost?
Si notas un olor a amoníaco, significa que hay demasiado nitrógeno (material verde) sin mezclar con carbono (marrón). La solución es mezclar con materia seca (por ejemplo, hojas secas) y voltear.
Si notas un olor a podrido, significa que hay demasiada humedad y poco oxígeno. La solución es mezclar con materia seca y voltear.
Si ves que el compostador está lleno de materia seca y fría, significa que falta humedad. Por lo tanto la solución será mezclar con restos de cocina verdes y voltear.
Las moscas de la fruta no son ningún problema, pero si no las quieres ver, debes enterrar un poco los restos de cocina.
Si la mezcla resulta demasiado ácida y no evoluciona, se puede incorporar cal al conjunto.
¿Cómo sé cuándo está terminado el compostaje para añadirlo al suelo o para sacarlo?
El compost estará listo en unos 3 meses durante la primavera-verano y hasta 6 en invierno.
Para ver si ya está en su punto, toma un puñado con la mano.
Deberá tener un color marrón o negruzco similar al del mantillo, olor a bosque y estar frío debido a la falta de actividad microbiana.
No se reconocerá nada de lo depositado hace unos meses, excepto los trozos de ramas y piñas, las cuales se separan con el tamiz o con las manos y se vuelven a introducir al compostador para que continúen su proceso y sirva de estructurante.
Si no usas el compost de inmediato, puedes guardarlo en bolsas o sacos cerradas forma hermética. Si al estrujarlo desprende líquido, no lo almacenes en bolsas, ya que podría pudrirse.
El compost obtenido se aplica al suelo una vez al año, en otoño o, en el caso de climas cálidos, en invierno.
Puedes dejarlo sobre la superficie (5 cm) a modo de acolchado o sino, incorporarlo.
Para macetas debes pasarlo antes por un tamiz fino.
Los abonos orgánicos y para qué sirven
Cáscara de huevo:se utiliza molida, si la tierra es ácida aporta alcalinidad a la misma. Hay que ver que necesita la planta en cuestión de suelo.
Cenizas de origen vegetal: Aportan fundamentalmente potasio.
Café: Después de hacer el café, al limpiar el filtro, los restos se pueden agregar a la tierra como acidulante. Si donde vivimos el agua es muy alcalina (cal, carbonatos, magnesio), este aporte podría hacer de buffer y neutralizar el agua de riego.
Estiércol: Se puede usar el de casi cualquier animal, siempre con moderación porque tiene mucho aporte de nitrógeno. Los mejores son los de animales herbívoros como la vaca, la oveja, el caballo, etc.
Guano: Fundamentalmente rico en nitrógeno, vez controlar la dosis. Un uso excesivo puede ser contraproducente. También tiene altos niveles de fósforo.
Humus: El más completo y natural, si se utilizan fertilizantes o biocidas químicos no sirve ya que lo volvemos inerte, para decirlo de alguna manera. El humus aporta microorganismos y favorece todos los procesos del suelo para la correcta alimentación de nuestras plantas.
Restos vegetales: Por ejemplo, el pasto cortado, las plantas viejas, la paja, etc. Se pueden poner directamente sobre el suelo y cumplirán varias funciones fundamentales.
Retendrán la humedad del suelo, haciendo más eficiente el riego. Por otra parte con su descomposición aporta nutrientes y por último mantiene vivos los microorganismos del suelo. Si la tierra está desnuda, el sol los irá matando. Por eso en los bosques y en las selvas no vemos nunca un suelo completamente desnudo.
Alternativas al compost ideales para el huerto de balcón
A veces me olvido de mi pasado como agricultor urbano, pero así fueron mis comienzos, mucho de lo entonces aprendido está resumido en el artículo Como cultivar en macetas y no morir en el intento; pero allí hablo poco de fertilizantes que no sean el compost.
Hacer compost si tenemos un balcón lo bastante grande no es muy engorroso, pero si el espacio manda hay alternativas que ayudan mucho y no se necesita de procesos largos o mucho espacio.
Voy a presentarles tres alternativas que harán que tus plantas crezcan fuerte, sanas y lo mejor de todo, que aproveches cosas que normalmente tiramos a la basura para dicha tarea.
Cáscaras de huevo
No les voy a decir que son una gran aporte de calcio, porque en verdad no es así. Esta creencia popular y bastante errada y está muy extendida por internet.
Pero en verdad pese a que las cáscara de huevo está compuesta esencialmente de carbonato de calcio, este no se degrada muy fácilmente.
Sin embargo, las cáscaras secas y trituradas (puedes molerlas fácilmente poniéndolas en una bolsa y machacándolas, o una vez secas pasarla por una turmix) luego las mezclas con la tierra y funcionarán como aireadores y ayudando al drenaje.
Al ser punzantes mantienen lejos a caracoles y babosas y muy a la larga nos aportan calcio, por lo que son una buena alternativa al compost.
Si además quieres aporte de calcio y no esperar años, una vez molidas las puedes remojar en el vinagre que más te guste, esto hará que se desintegren un poco y ahora sí podrán liberar el calcio rápidamente.
Abono de calcio a base de cáscaras de huevo:
10 litros de agua
5 cáscaras de huevo
1 vaso de vinagre de manzana
Triturar las cáscaras y ponerlas en el vaso de vinagre dejar reposar 24 horas, el gel resultante diluirlo en 10 litros de agua y está listo.
Es importante es para usar en plantas ya desarrolladas. No usar en plantas por germinar.
Restos de café
Ya hemos hablado de los beneficios de los posos del café, tanto en este artículo como en otras ocasiones, y sirve además desde desodorizar la nevera al mulch. Una verdadera maravilla y es por eso que son una gran alternativa al compost.
Podemos usarlos tal cual para mezclar con la tierra y mantenerla más aireada y esponjosa, como en el caso del compost que comentábamos antes, y también como mulch. Ayuda en la retención del agua y son una gran fuente de nutrientes, que además estimulan el crecimiento de las lombrices.
Té de café para nuestras plantas:
2 tazas de café usado
15 litros de agua
En un balde con 15 litros de agua, poner y remover las dos tazas de café, dejar reposar 48 hs, remover y listo para usarse.
Cáscara de plátano (banana)
La cáscara de este fruto es una bomba de nutrientes, además se descompone de forma muy rápida. Para usarla solo tenemos que cortarla en pedazos bien chicos y mezclarla con nuestra tierra.
En una semana tendremos ya resultados, agrega mucha materia orgánica y vida a nuestro suelo, volviéndolo esponjoso y con un buen drenaje. Además hará que nuestras plantas crezcan muy rápida y vigorosamente.
Estos tres residuos de la cocina tenemos más que suficiente para fertilizar nuestro huerto de balcón.
Cómo hacer compost casero en espacios pequeños
Cuando en el hogar nos decidimos a clasificar nuestros restos orgánicos y separarlos de los demás residuos, nos encontramos con una gran cantidad de material orgánico que podemos aprovechar para nuestras plantas.
Suponiendo que no tenemos espacio para una compostera, con dos baldes o cubos de plástico medianos (10 o 20 lts.) tenemos la solución para pequeños patios.
El primer cubo se perfora en su base con una mecha de 6 mm (120/140 agujeros aprox.) y se aprovecha su tapa para evitar que ingresen insectos o se emitan gases como el metano. Esto principalmente porque puede ser molesto si está cerca de otros ambientes de la casa.
El otro recipiente, de igual tamaño conteniendo al anterior, recibe el lixiviado que produce la porción orgánica.
Este líquido es muy fuerte por lo que se debe rebajar (en una proporción de 1/100: 1 litro en 100 lts) o bien se mezcla con aserrín de madera virgen. Cualquiera de los dos compuestos, nos servirá para riego o abono.
Progresivamente podemos ver la reducción del volumen del material inicial y hacia los cinco meses, contar con humus de lombriz muy rico en proteínas y minerales de los restos de verduras y frutas que consumimos, lo que nos mejorará sustancialmente nuestro suelo ofreciéndole vitalidad y permeabilidad.
Consejos para un compostaje exitoso
El compost no solo es un excelente abono, también nos ayuda a disminuir y mucho la basura que generamos en el hogar.
Está bien tener en cuenta lo siguiente a la hora de hacer compost en casa, ya sea en nuestro huerto o pequeño jardín:
Aire
El compost necesita oxígeno, si tenemos una pila o montón, hay que revolverlo todo lo posible para que entre aire.
Si es un barril u otro tipo de compostera más estática, es importante que las primeras capas sean de paja, cartón y palitos para que soporten el peso pero permitan pasar el aire, e igualmente siempre revolver lo que se pueda.
Conseguir lombrices
Muchas veces cuando estoy jardineando un rato, veo una que otra lombriz. Si encontráis una, cogedla sin miedo y soltarla en el compost. La lombriz estará más que agradecida y nos ayudará a tener un mejor compost y en menor tiempo.
Pensar en grande
Cuanto más grande sea el contenedor o la pila mejor, pero si no hay espacio no hay problema, también funciona. Un truco si nuestro compostador es pequeño es trocear los restos vegetales antes de ponerlos, para que estén lo más pequeño posibles y funcionará más rápido y mejor.
Los huevos bien rotos
Como explicamos en la alternativa al compost para tu balcón, las cáscaras de huevos son buenas pero es importante lavarlas y romperlas lo máximo posible. En caso contrario las encontraremos casi enteras al final del proceso.
Agregar líquidos a la composta
La mezcla debe estar ligeramente húmeda, ni empapada y ni muy seca. Una buena práctica es tirar los restos de cocción de alimentos o restos de jugos de frutas que se fermentaron, esto aportará mucho más que agua.
El sol, nuestro gran aliado
La compostera trabaja mejor en un lugar soleado. El sol la calienta y acelera el proceso, a la sombra también funciona pero si podemos tenerla en un lugar con sol sería lo ideal.
Cobertura vegetal
Mantener contenedor con hojas secas o paja para cubrir a medida que agregamos, nos ayuda a mantener el equilibrio entre verde y marrón. Además de mantener a raya a las moscas y los malos olores.
Dos compostadores o tres es mejor
Siempre es mejor tener más de un compostador, aunque dependerá del espacio. Esto nos permite poder dejar madurar más el compost una vez llena la primera compostera. Un buen compost en condiciones óptimas debería tener unos seis meses al menos de maduración.
Una lista en la cocina
Una lista de qué se puede añadir al compost nos ayudará a nosotros y a los demás integrantes de la casa, para saber qué va y que no. Es algo muy práctico que evita que acaben en la mezcla cosas indeseables.
Contenedor auxiliar en la cocina
Es simple. Debajo del fregadero, por ejemplo, ponemos un contenedor con tapa y lo vamos llenando con nuestros desperdicios para el compost, así no debemos ir a la compostera a diario y lo podemos hacer cada dos o tres días.
Esperamos que esta guía les sirva para hacer de este planeta un lugar más armonioso, y de nuestras plantas y vegetales algo más vivo.
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