A pesar de que la Ley Monsanto (Upov 91) fue discutida en julio de 2013, hoy con el TPP – 11 está más latente que nunca. Y los peligros de su aprobación se elevan también. ¿Por qué? Por la defensa de Hernán Larraín a Monsanto.
Y es que el proyecto de Ley de Obtentores Vegetales no sólo generó bataola en la Comisión de Agricultura del Senado. Al mismo tiempo sacó a la luz a los férreos defensores de la transnacional Monsanto.
Al momento de la discusión Chile estaba suscrito al Upov 78. La adhesión al Upov 91 significaba una serie de desventajas para el país. O así lo plantearon organizaciones como la Fundación Sociedades Sustentables, RAP Chile, Anamuri, Natural Solutions Foundation y Chile Sin Transgénicos.
En la sesión 48 del 14 de agosto de 2013 se aprobó la idea de legislar la “Ley Monsanto”. Esto en la comisión de Agricultura y bajo los votos a favor de tres reconocidas personalidades de derecha. El senador Juan Antonio Coloma (UDI), José García (RN) y el actual ministro de Justicia y Derechos Humanos Hernán Larraín Fernández (UDI).
Hernán Larraín
El abogado Hernán Larraín (71) fue senador de la República por 24 años por la Región del Maule. Esto desde 1994 hasta el 11 de marzo de 2018, fecha en la que fue procamado Ministro de Justicia y Derechos Humanos por el presidente Sebastián Piñera. También fue líder de la Unión Demócrata Independiente durante dos periodos. De 2004 a 2006 fue presidente del Senado.
El currículum de Larraín es amplio, a diferencia de su consecuencia. Ya ha tenido problemas por declaraciones controversiales que ha tenido que salir a aclarar. Entre ellas una de las más mediática fue su férrea defensa hacia el pedófilo Paul Schäfer, líder de Colonia Dignidad. Durante el gobierno de Aylwin 17 senadores UDI se opusieron a cerrar la Colonia quitándole la personalidad jurídica. Para ello se dirigieron a la instancia histórica de reclamos de la derecha: el Tribunal Constitucional.
Esto luego de ya demostrar que en el lugar existía arsenal químico y militar ilegal, perpetración de abusos sexuales y torturas durante la dictadura militar. Y a pesar de las pruebas, continuaron con la defensa y Larraín insistió en que se trataba de un “montaje y una campaña que no se hace”.
Defensa a Monsanto
Entre los argumentos del ministro, está la supuesta “desinformación” respecto a la Ley Monsanto. Esto refiriéndose a incorporar patentes a especies vegetales comunes. Según Larraín “eso es completamente falso”, a pesar de las pruebas entregadas por organizaciones y por el mismo daño generado por Monsanto.”Está expresamente prohibida la posibilidad de patentar especies. Solo se pueden patentar creaciones de una variedad de una especie hecha por alguien. En que deben acreditarse los procedimientos, las características y las diferencias que hay con ella”.
“Por lo tanto, es imposible patentar una especie nativa; está expresamente prohibido: solo es factible patentar variaciones nuevas creadas en laboratorio. Acreditando sus procedimientos y las diferencias respecto de otros productos. Por lo demás, pueden desarrollarse variedades sobre variedades. Tampoco es efectiva la imposibilidad de que los pequeños agricultores reutilicen las semillas”, contó a viva voz en la sesión en que se aprobó legislar la Ley Monsanto.
Además el ministro acusó una campaña mediática e ideológica contra Monsanto. “Considero que la campaña realizada contra este proyecto no corresponde a la verdad de los hechos. Y está habiendo una tergiversación de la realidad”.
“Entonces, yo me pregunto qué está pasando, por qué se producen esos cambios, por qué tal diferencia ideológica en la materia”, manifestó.
En este sentido también negó la relación de la ley con la transigencia. “Tengo la impresión de que se ha generado un debate ideológico ajeno a la realidad de la iniciativa que nos ocupa”, dijo el ministro. Esto para luego señalar a pesar de la evidencia que “este proyecto no guarda ninguna relación con la transgenia. Solo se refiere a las especies que van mejorando por desarrollos hechos en un laboratorio”.
“Esta iniciativa no afecta en absoluto a las normas transgénicas. Así ha quedado claro tanto en el debate habido en nuestra Comisión de Agricultura cuanto en el registrado en la Cámara de Diputados”, dijo Larraín.
También en la ocasión narró como en 2010 se le hicieron oídos sordos a las organizaciones sociales. “Después de haber recibido las opiniones de los invitados a la Comisión, sus integrantes concordamos en la conveniencia de legislar sobre la materia. Procediendo a dar su aprobación general por unanimidad”.