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Rucalhue se manifiesta

Estuvimos en la manifestación del campamento Rucalhue. A través de las letras tratamos de expresar en esta crónica una lucha librada por su juventud que defiende la cuenca del Biobío.

La tónica de los últimos tiempos es la persecución a quien se manifieste, sobre todo si es en defensa cuestiones elementales para el humano o su entorno ecológico. Persecución liderada por el fiscal Juan Carlos Vargas Astorga hacia una lucha de más de 5 meses, librada por la juventud de Rucalhue, quienes se han mantenido en defensa de la cuenca del río Biobío con la plena convicción de la herencia del cauce libre. Rucalhue se manifiesta.

Ante el inminente desalojo del campamento; lugar de resistencia, símbolo de la defensa del territorio, la decisión es manifestarse ante la autoridad de la comuna de Santa Bárbara. Es que ya han pasado 5 meses y a pesar de que el campamento estuvo abierto al diálogo, con el siempre presente mate y el agua hirviendo, no hubo un acercamiento. En cambio, hubo envío de fuerza policial militarizada, una tendencia por parte de la ley y la orden empresarial en Chile. Un símbolo de violencia que amedrenta puesto que la memoria es imborrable en la generación libre del miedo al luchar y es lamento en recuerdos de los disparos a los ojos por el solo hecho de estar en frente.

Rucalhue se manifiesta y de esta forma responden las instituciones. Video de SDL Rucalhue.

Si la autoridad comunal no fue al campamento; la juventud de aquel campamento fue a dar frente al silencio, haciendo eco en las inmediaciones de la Municipalidad, en una mañana caracterizada por la calma digna de las localidades conocidas como pueblos.

Son las 10 de la mañana y la determinación se hace presente en el avance del grupo; la determinación de hombres, mujeres y niñas. Una comunidad unida en la defensa de un elemento de la naturaleza: el agua. Familias que ven amenazada la corriente de los recuerdos alegres de infancias nadando en aquel río de colores dignos de postales. Un atractivo turístico admirable en tiempos remotos y que ha sido defendido generación tras generación, a pesar de la trasgresión evidente que no mide consecuencias ni considera los límites existentes en la apropiación que realiza la producción energética en Alto Biobío.

Que salga el alcalde

La petición es simple: “¡Qué salga el alcalde!”. Se suman consignas que exigen libertad para los ríos Queuco o Rucalhue para que generaciones futuras puedan disfrutar sus aguas, depositando así el valor histórico que tanto se defiende por la juventud presente.

La generación mayor alza la palabra: Tengo 82 y dios dijo que el mar ni los ríos tienen dueños. Estoy aquí porque mi nieto estuvo muy metido en esto. No es un delincuente y voy a apoyarlo por sus ideales… Me siento orgullosa por mi nieto. Lo criamos así, con sus ideales firmes. Los ideales de ustedes son muy hermosos. Los veo cuando se van a bañarse a los ríos, los veo cuando van a sus ríos. No a la violencia por favor, porque este muchacho no nos ha dejado dormir a mí ni a mi hija, pero estoy dispuesta a darlo todo por él.
La petición se transforma en exigencia frecuente en el grito ¡Que salga el alcalde”. Ante la mirada de funcionarias municipales y la falta de voluntad por parte del asesor jurídico, Sergio Hidalgo, de llamar al alcalde al sitio donde se le es convocado. El grito, la manifestación, la exigencia se hace cada vez más fuerte, desgarrando algunas gargantas que van en búsqueda de objetos que puedan emitir el ruido necesario para que la autoridad se ponga en frente de su comunidad a la cual representa.

Salió el alcalde

El llamado es atendido por Daniel Salamanca y su consejo municipal y la manifestación condensa su voz a través de Paula Ortiz.

Nos manifestamos en contra de los proyectos extractivistas que se han firmado a puertas cerradas en este municipio y en el de Quilaco ¿Por qué decimos que fue a puertas cerradas? Porque el lobby que hubo para llegar a las comunidades fue nefasto y encontramos que porque el proyecto está firmado no se pueda hacer nada más. Somos territorios que nos podemos empoderar de nuestras situaciones y jamás ha ocurrido, somos tres territorios que debiéramos unificarnos con tres municipios y hacer cosas por esto. Porque si nos gusta el eslogan de “Ríos Libres” y “Cuidemos la naturaleza”; cuidémosla a toda costa. No nos vengan aquí a decir “no, es que ya está aprobado y la cuestión”. ¡Veamos qué se puede hacer!

Para desalojarnos enviaron fuerza policial militarizada para poder sacarnos. Vean ustedes las armas que tenemos y se lo digo con mis manos alzadas. Vea usted todo el arsenal de armamento que trajeron de afuera.
El asesor jurídico que tiene usted al lado es quien siempre ha frenado diciendo “no, ya no se puede hacer nada porque todo está hecho”. Nosotros como territorio exigimos que se detengan todos los trabajos de esta central. Tiene una RCA aprobada del 2016. Si les molestó que nosotros botáramos 2 árboles; ellos ahora están devastando bosque nativo como si nada.

Mientras no haya muro levantado no hay represa.

Estamos exigiendo el derecho a vivir en un ambiente libre de contaminación. Hagamos algo. Declaremos la isla de las gaviotas patrimonio comunal. Hagamos algo. ¡Movámonos! Se tienen que detener la obra de la central como territorio unido. No podemos quedarnos con el “Ya no se puede hacer nada” cuando están devastando el ecosistema.

Que se detenga la central Rucalhue ¡Que se detenga!

Desde las intervenciones de las personas que estuvieron 5 meses en aquel campamento surgen los cuestionamientos hacia el rol de las autoridades municipales en la mediación de esta orden de desalojo. La escasa defensa del territorio. La lógica de subvención. El vender la oportunidad que la comunidad se apropie de su entorno de manera sustentable.

Rucalhue se manifiesta
Rucalhue se manifiesta hace 5 meses. La fotografía corresponde a la celebración del primer mes de campamento. Fuente: Somos Biobío

Silencio, fuego y comunidad: Rucalhue se manifiesta

El alcalde, luego de desviar un tanto la atención, resuelve tratar el tema en el consejo municipal, consejo a realizar a las 15 horas de este mismo día. La espera se hará en medio de la música de Alta Cepa que resuena en altas tierras santa barbarinas que son nutridas por las aguas provenientes del Alto Biobío.

El fuego, protagonista en aquel campamento, también fue trasladado y en medio de la calle comienza la cocina para alimentar la comunidad reunida. Se aviva en la conversación y es testigo del juego alegre de las niñas. Fuego presente en la mirada fija de la comunidad que espera la resolución del consejo enclaustrado en cuatro paredes. Fuego que abriga y reúne cada vez más al grupo para protegerlo del viento helado de la precordillera.

Finalmente, el consejo trata el tema sin ningún sentido de urgencia. Relegando el punto al final de la tabla. Esto causa indignación en el ambiente que sigue manifestándose para que los gritos retumben e ingresen al interior consejo. Son cerca de las 18 horas y la resolución es abordar el tema desde lo legal. Presentar recursos de protección ante la corte de apelaciones en Concepción. Se involucran todas las unidades del consejo, con especial énfasis la de obras públicas y la de medio ambiente.

También se menciona la importancia de coordinar las acciones con la Municipalidad de Quilaco, en donde en la mañana del 27 de julio recibirán la voz del río Biobío, voz que se articula en las voces de estos hombres, mujeres y niñas que levantaron el campamento siguiendo el curso del río y es protección de sus aguas para que las próximas generaciones puedan disfrutar de aquello tan anhelado; la libertad del entorno natural.

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Diego San Martín

Un poeta popular nacido en una ciudad, criado en ruralidad donde en campos vio sembrar una historia del amar a la tierra y sus semillas, ensanchando las costillas al pasar de verso en verso. En décimas les converso sobre las luchas caudillas.

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