¿Se imaginan que la junta de vecinos en la que se organizan desde hace 50 años esté a punto de ser rematada?¿Y con ella un 18% del bosque nativo de la localidad? Esto es lo que pasa en Los Laureles, en la precordillera del la ciudad de Longaví, Región del Maule.
A partir de este lunes 01 de febrero se abrirá la oferta en remate público por parte de Bienes Nacionales. Se trata de 113 hectáreas de terreno que pretenden sea entregado al mejor postor y su usó deberá ser el agrícola. El anuncio se hizo el 03 de diciembre y desde entonces los pobladores se han organizado para frenar la situación, que además afectará a las personas de extrema vulnerabilidad que viven en el terreno.
El Movimiento Los Laureles se comunicó con Tomate Rojo para dar a conocer la emergencia y a la vez presentar un informe Socio Ambiental que aún está en desarrollo.
Movimiento Los Laureles
La organización lo está dando todo informando al respecto para proteger al bosque y su sede vecinal. Su esfuerzo ha llegado a presentar un recurso de protección en la Corte de Apelaciones de Talca con el fin de detener los remates. El documento también tiene por objetivo solicitar a Bienes Nacionales que recategorice el terreno de “Agrícola” a “Turismo, Conservación y Patrimonio”.
La última petición tiene que ver con el carácter del terreno, que lejos de ser sólo un “inmueble de suelo de secano y pendiente moderadas apto para pastoreo y actividad forestal”, como ha indicado el ministerio, para los pobladores es mucho más. “Esta descripción no se ajusta a la realidad pues en los lotes mencionados encontramos bosque Nativo y Bosque Nativo de preservación según las definiciones del la ley 20.283 sobre Recuperación de Bosque Nativo”, aclaran a través del informe mencionado.
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“La oferta de estos terrenos para fines agrícolas puede afectar de manera negativa e irremediable el ecosistema de Los Laureles impactando el Bosque Nativo y la conservación de su biodiversidad, poniendo en peligro la fauna refugiada en el lugar, la conservación y mantención de los suelos, la regulación del régimen hídrico, la captura de carbono y todos los aspectos clave para el desarrollo de la vida natural y sustentable”, explican, justificanto las dudas de la comunidad sobre los parámetros con que se realizó el cambio de uso de suelos. También del por qué no se realizó un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) sin considerar a Los Laureles como parte del último Bosque Nativo de Longaví.
Exigencias de la comunidad
Con toda la organización, algo que también está claro son las exigencias de la comunidad. Ellas son: la detención o posterior anulación de los remates de Los Laureles por al menos un período; la concesión por 50 años del lote 35 de la Junta de Vecinos; revisar la situación de los vecinos que habitan los lotes ofertados para encontrar alguna solución: revaluar los terrenos para cambiar el tipo de uso de suelo y finalmente cambiar la modalidad de la oferta de “venta” a “concesión”. De esta forma se podría permitir la participación de la comunidad en la adjudicación de terrenos. Todo en mirad de generar un real desarrollo económico y social en la zona a partir del turismo y la sustentabilidad.
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